El rostro y la sonrisa determinan la expresión de cada uno de nosotros. Dicha expresión representa una forma de comunicación no verbal capaz de expresar alegría, generosidad, cercanía y aprobación.
Es natural desear una sonrisa que transmita una impresión agradable.
Es tarea del dentista equilibrar las necesidades estéticas del paciente con los requisitos funcionales y que todo ello mantenga a su vez la personalidad de cada uno de nosotros.